lunes, 25 de mayo de 2009
Enrique Rojas. En clave política 1
Hay gente que dice que todo el mundo infla su currículo. No lo creo. Pero una cosa es inflar un currículo y otra falsearlo adjudicándose la titularidad de una cátedra en una universidad de prestigio y reinventarlo completamente.
Ninguna comunidad científica o movimiento cultural ha dicho que Enrique Rojas pertenezca esa corriente de médicos humanistas que tanta tradición ha tenido en España, en Europa y en América (como dice Enrique Rojas combinando continentes en función de lo que le convenga), que es un prestigioso o eminente psiquiatra o, uno de los mayores expertos del mundo en depresión.
Estas flores, se las echa Rojas a sí mismo. La mayoría en el curriculo de sus libros y otras, en artículos que pasa a los medios afines escritos por él mismo en 3ª persona.
De momento, el "prestigioso", está colegiado como "Licenciado en Medicina" y es extraño que el "Ilustre", no lo haya requerido para que presente la documentación acreditativa a su especialidad - como dicen los estatutos del Colegio de Médicos -, antes de archivarle ninguna de las denuncias de espanto que le han archivado.
Y además de lo demás, se dedica a la salud mental.
Y más además, bordar el engaño con el carrerón de publicidad y marketing que este individuo ha ido añadiendo (por cierto, en teoría totalmente prohibido por "el Ilustre" Colegio) para engañar más y mejor a su clientela. En general, personas en situación de percatarse menos de cualquier faena, en condiciones normales por la medicación.
Menos aun, cuando Enrique Rojas lo que ha venido haciendo ha sido sobremedicar a sus víctimas para que no se enterasen de la misa la media, aunque no lo necesitasen, como dicen los testimonios que se han hecho públicos (personas ex opus - los medicaba para perseverar - o María Menchaca en Interviú - no he entrado en los post anteriores en estos detalles) y otros que conozco privados que han decidido no hacerlos públicos por el revoltijo que supone y sus consecuencias.
Sin embargo, Enrique Rojas no se ha dedicado sólo a inflar su currículo y engañar en un ámbito - el de la salud mental -, donde las personas deben estar protegidas y en ningún caso engañadas.
Aunque engañar a un enfermo mental o una persona que está pasando circunstancialmente por un bajón, con una coma de currículo, desde mi punto de vista es una canallada, tras este hombre hay otras cosas muy gordas que ningún gobierno debería pasar por alto.
Todo, con el prestigio y garantía de fiabilidad que da el cargo que lleva 25 años adjudicándose, pero no ha tenido ni tiene como dicen los Certificados adjuntos.
La mayoría no han sido denunciadas. La víctima, tenía el lógico miedo. Era la palabra del Catedrático de la Complutense contra la suya ¿qué iba a conseguir, además de perder dinero y salud con un pleito y ser etiqueta de enfermo/a mental, aunque no lo fuera?.
Sin entrar ahora en ninguno de los grandes negocios llevados a cabo por Enrique Rojas con personas a las que deliberadamente ha atraído a su consulta - previa información y/o negociación de/con terceros -, por motivos prácticos y falta de tiempo, esta entrada y las próximas, vamos a dedicarlas fundamentalmente a mostrar documentos, con el fin de conseguir dar una visión general del perfil de este individuo, en la que no se necesite emplear mucho tiempo.
Cuando quede claro el perfil y "sus circunstancias", será más fácil entender el resto y el peligro que Enrique Rojas representa para un ciudadano de a pie indefenso.
Aunque es evidente que afortunadamente toda la ciudadanía no estará nunca "a tiro" de Enrique Rojas, por un sólo ciudadano que pudiera estarlo, bien vale la pena evitarlo.
Repetiremos documentos para que el lector no tenga que ir hacia atrás para recordar.
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