miércoles, 25 de julio de 2012

Caso similar al protagonizado por Enrique Rojas, denunciado en el curso de su juicio vía penal


Del artículo de hoy de Rosa Mª Artal, en su blog El Periscopio, por experiencia propia, me quedo con la primera noticia que cita de la SER,  que no quiere decir que el resto del artículo no sea bueno,

Un catedrático de la Universidad de Valladolid denuncia las amenazas de un alto cargo de Sanidad para subir la nota de su hijo


Similar sucedió en mi caso con el psiquiatra Enrique Rojas, en el curso del juicio 575/08 del juzgado nº 15 de lo penal de Madrid, donde se juzgaba a Enrique Rojas, por mucho menos de lo que había hecho, pero se le juzgaba vía penal (no pocos recursos y años me costó sentarlo en el largo y duro banquillo sin cojín, que había en la Sala).

Era el 8 de abril de 201l, estábamos en la 3ª y última sesión del juicio y en la semana anterior, Enrique Rojas había intentado que uno de mis peritos, el Dr. José Mª Poveda de Agustín - otro médico dedicado a la enseñanza -, cambiase su testimonio en el juicio.

El Dr. Poveda puso en conocimiento del juez este hecho, junto con otro no menos importante, pero al juez le dio lo mismo, incluso lo amonestó, por irse de la lengua. Su Señoría no quería saber y mucho menos en Sala.

Cuando Enrique Rojas empezó a oír la declaración del Dr. Poveda, dio un brinco en el duro banquillo sin cojín, que sonó en toda la Sala.
Aunque las dos sesiones anteriores habían ido muy mal para Rojas, por lo que fuere, creo que no esperaba un mal resultado, pero no contaba con que el Dr. Poveda denunciase sus llamadas. Para Enrique Rojas, dios de dioses, fue una sorpresa inesperada y de ahí que brincara (aunque el "ridi" fue manifiesto, también fue una lástima que no llegase a caer al suelo).

Y también salió en esta 3ª sesión, que se podían observar las mismas faltas de ortografía y errores mecanográficos en los expedientes de internamiento de los diferentes juzgados, en los mismos documentos (hay que comparar Providencia con Providencia y Oficio con Oficio)

Aunque este tipo de indefensión e inseguridades jurídicas, no molesten a la prima de riesgo ni a Europa, a quienes las sufrimos, nos hunden para toda la vida, ya que significa que debemos vivir y morir sin Justicia, pese a las pruebas existentes y que alguien que debería estar en la cárcel, anda suelto y sigue teniendo cancha y licencia, para seguir haciendo, porque es un protegido de una derecha y unos poderes que consideran que deben seguir siendo intocables, ya que saber... se sabe... pero se archiva... en mi opinión, "al toque" de alguien.

Pese a los héroes que denuncian, Usos y costumbres:
Copio y pego un comentario a la noticia de la SER, que creo ilustrativo, firmado por un José Mª, en el blog El Periscopio,

"... en el archivo Intermedio de la Región Militar Sur, en documentos del Gobierno Militar de Sevilla. “Reservado. 2ª-3ª. Asuntos Generales. Carpetilla de Incidentes”, se encuentra una carta del Ministro de Educación Nacional Pedro Sainz Rodríguez, fechada en Vitoria el 28.7.38 y dirigida a Queipo de Llano, donde le dice:
“Recibo de Sevilla una carta del Catedrático del Instituto don Enrique Báncora Sánchez, en la que me comunica que por haberse negado a rectificar una nota de Pendiente (el hoy equivalente a Suspenso), el Teniente Coronel de Estado Mayor Sr. González Pons, vestido de uniforme, le apaleó y abofeteó a la salida del Instituto".

El Pleno de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Madrid, solicitó al Instructor, que elevara las sanciones propuestas en el exp. 1/99, a Enrique Rojas, por considerar que no guardaban principio de proporcionalidad con el daño causado. Paradójicamente, sucedió, que se archivó este exp. disciplinario, que se había abierto 3 años antes (izquierda).

La cara durísima y poca vergüenza de Enrique Rojas (derecha)

Otras prendas:

Prof. Calcedo Ordóñez, pag. 1, pág, 2, pág. 3.

Otros casos:

- Un adolescente de 14 años.

- Otro caso con llamada.

- El caso de María Menchaca.


Mi consejo, es que no os acerquéis a Enrique Rojas. Si os llama con una excusa para que vayáis a verlo, no vayáis, es una trampa. Una vez puesto el pie en su consulta, sus monaguillos testificarán como le convenga que testifiquen y siempre habrá un juez dispuesto a no tener en cuenta las testificales de 10-12 peritos, aunque sean forenses judiciales y profesionales de la Sanidad pública que en cada zarpazo de Rojas, os fueron asignados por el Sistema.

Mientras España no cambie , el peligro es inminente.
Fraga Iribarne falseó el diario de Enrique Ruano y después sólo lo hemos conocido como "padre de la Constitución". Nunca se le juzgó, Enrique Ruano murió y su familia tuvo que aguantarse sin justicia.
En este país, funcionamos así, salvo raras excepciones.

Desde la conducta pública que todos podemos ver, porque aparece en los medios, quizás podamos intuir algo de la que siendo pública, no interesa que aparezca y de la que no es pública.
Pero si frente al público se miente de esta forma y se amañan presentaciones (más abajo) con las que este psiquiatra sin escrúpulos llena sus bolsillos, haciendo grandes negocios con sus libros sin importar a quien se engaña ni sus repercusiones, ¿qué no se puede hacer en conversaciones privadas o llamadas telefónicas? ¿dónde está el límite?


Lo poco que vemos :

Durante todo el tiempo que estuvo viva mi querella (2001-2011), seguí a Enrique Rojas hasta 2009. Todos los libros que colocó en el mercado durante esos años, fueron presentados al público por altos dirigentes del Partido Popular (en realidad, los presentaban ante "su público", ya que a las presentaciones de Rojas sólo va gente del PP). En todos, Rojas se identificaba con cátedras que no había tenido, ni tenía ni tiene (no dudaban en engañar incluso a su propio público y votantes, por este impostor),

Pilar del Castillo, como ministra de Educación y Cultura, no sabía que en las facultades de Psicología, no existe, ni nunca existió cátedra de Psiquiatría.

Ana Pastor, la exministra de Sanidad - actual de Fomento y médico de profesión -, tampoco sabía que en el centro universitario Villanueva (del grupo Fomento de Centros de Enseñanza, del Opus Dei), no se impartía Psicología, ni podía existir "tal facultad" en un centro universitario y que de existir, las cátedras de Psiquiatría, se ubican siempre en las facultades de Medicina.

- La Sra. Pastor se lleva la palma (aquí presenta Fundación Rojas-Estapé) en cuanto a ayudas cara al público a Enrique Rojas se refiere (aquí presenta Congreso, donde tenía mucho que ver Rojas) (y aquí, cuando pregunto años después si se habían ido del Congreso anterior en el mismo taxi, Rojas y la ministra, se molestan en cambiar el programa y hacer desaparecer a Rojas de "al lado" de la ministra, para colgarlo en internet).

- Ana Botella, la nº 2 del Ayuntamiento de Madrid, como la definía Enrique Rojas en las notas de prensa que pasaba, tampoco sabía que la Facultad de Psicopedagogía no existe, ni dentro ni fuera de la Complutense (es una carrera de sólo 2º ciclo, que de momento, nunca tuvo facultad propia, con los recortes... creemos que tampoco tendrá ni a corto ni medio plazo).

- No sé si puede existir conducta más necia que la de Enrique Rojas, colgando en su web que, "el prestigioso psiquiatra Enrique Rojas, presenta su último libro..."

- O esta otra, del Sr. D. Dr. Enrique Rojas Montes, Catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid.
En el prólogo del libro al que se refiere esta presentación, tenemos esto, aunque estamos hablando de la flor y nata de España.

Siguiendo con los altos cargos del PP, después vino una denuncia - aunque también archivada por el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid -, donde se denunciaba y probaba que Enrique Rojas se identificaba como "catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid", desde 1984 (por el código
disciplinario por el que se rige el Colegio, había de sobras para expulsarlo), pero fijaros en la poca vergüenza del susodicho Enrique Rojas, declarando (punto 1)

- Nunca se ha identificado como declara al Colegio de Médicos que se identifica, ni siquiera en El hombre light, donde me parece que nos debe pone a parir a todos (no lo he leído, no leo a terroristas de pluma, papel y teléfono).

El siguiente PP en presentar un libro a Enrique Rojas, fue el eurodiputado Jaime Mayor Oreja en enero 2009 y aunque el "Ilustre Colegio", había vuelto a archivar a Rojas, pensamos que le dio un toque y  fue algo más prudente en las pruebas que quedan escritas. Se despojó de la Universidad Complutense de Madrid, quedando huérfano de universidad, siendo sólo "catedrático de Psiquiatría y Psicología Médica", aunque también es mentira.

- Enrique Rojas fue nombrado sólo "catedrático de Psiquiatría" de Badajoz, nunca ejerció como tal y según testigos presenciales, su adscripción a la cátedra duró unos diez minutos ( tiempo transcurrido entre la toma de posesión y solicitud de excedencia). Existe un Acta donde se especifica que no dio ni una sola clase como catedrático de Psiquiatría de Badajoz.
 La excedencia, para no variar, también la solicitó con falsedad, por tanto, debería resultar nula la toma de posesión que este sujeto realizase en su día.

- Pero pese al hipotético "toque" que suponemos que le dio el "Ilustre Colegio", aquí lo tenemos dos meses después, en TeleMadrid, vendiendo el libro, en un programa matinal donde una parte de la audiencia, es fácil de engañar, de nuevo como "catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid".

- Aquí en Cope.es en el segundo 31, también como "catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid", siendo mentira.

- Y el libro presentado por Mayor Oreja se vendió, como se venden todos los libros de Enrique Rojas Montes, desde siempre, engañando a tope como titular de una cátedra real de Psiquiatría, en la Universidad Complutense de Madrid, aunque fuese mentira.

De las ayudas que hayan podido existir a hurtadillas del tipo Javier Castrodeza Sanz, con Enrique Rojas, lógicamente, no se han publicado vídeos ni fotos ni grabaciones... no hay constancia, pero juzgando por los hechos, es muy extraño que en un Estado de Derecho, donde todos los profesionales se ratificaron en los informes emitidos, se pase la mano por la espalda a un sujeto que emite certificados oficiales médicos de contenido NO veraz - como reconoce el Colegio de Médicos -, sobre una mujer, para entregarlos al marido y no suceda nada, excepto que el marido expolie a la mujer, a pesar de no haber conseguido internarla, en los tres intentos que en un mano a mano con Enrique Rojas Montes, le permitieron llevar a cabo, con saca de madrugada incluida.

Otros varios: Llega un marido a un juzgado, con un certificado de Rojas, pide... y los juzgados conceden, así sin más ¿sin llamadas ni mediaciones? ¿en dos juzgados diferentes actúan igual de mal? ¿y se confunden al mecanografiar exactamente de la misma forma en los mismos documentos?



El día 24 de Octubre de 1997, Enrique Rojas no estaba en España, llevaba tiempo fuera.
Dentro de su plan - que pensaba no le fallaría -, Rojas emitió y entregó el 1er. certificado sobre mí, al ahora ex Juan Cantero Caba, antes de irse de viaje, para que lo presentase en el juzgado el día 24.

Por qué debía presentar Juan Cantero - el ex -, el certificado en el juzgado el día 24, lo contaré otro día, para no perder el hilo que hoy nos ocupa, "las llamadas", para presionar, coaccionar o para recibir  un gran favor, que después, se pagará con otro y así sucesivamente, hasta quedar "todos" bien servidos.

Lógicamente, no se permite/no gusta, que se destapen las cubas, porque se sabría de que cosechas vienen los vinos, aunque después de ver este vídeo (mínuto 13 a 14'16"), ya no sé que pensar porque... aunque tiene ¡tela!, lo que cuenta el Conde, de mucho más peso será el percal, si resulta ser  cierta esta atrevida enjundia, sobre la que a estas alturas, no tengo ninguna duda.


(13' a 14'16")


domingo, 22 de julio de 2012

La prisa en España por salvar a Bankia y la de Europa por concedernos el rescate


De momento, parece que en España todo sean también chanchullos y mentiras, aunque resulte difícil creer que un Estado prefiera meter a su pueblo en un hoyo, antes de decir a los acreedores extranjeros que asuman las pérdidas del riesgo que habían contraído,

Enrique Rojas: Método y praxis (por favor, difundir y advertir)


Pido especialmente a las personas que entran al blog desde otros países, que difundan la praxis y el método de Enrique Rojas Montes, psiquiatra español, miembro super numerario del Opus Dei, por el peligro que representa para quienes se topan con él (o él hace por toparse con ellos), desinformados.


A quienes entran desde España, por supuesto, también. Pero queda un hueco grande en el resto de países y he visto que anuncia su consulta insistentemente en México. 


En los países que no son de habla hispana, también hace mucha falta difundir.
 Creo que sería deseable que este mal-hacer tanto del psiquiatra como de las instituciones españolas (ver punto 1), que no han puesto remedio a un caso tan claro de engaño y estafa a la ciudadanía en general y de delitos más graves en cuanto a las víctimas en particular, debería conocerse en Europa.


Aunque a Europa sólo le interese ahora el estado de nuestra economía, existen derechos más elementales, que para la Europa anterior al euro, eran importantes.

¡Cuidado padres con su fundación!. Es otra cancha de captación, aunque en principio os parezca estupendo e incluso sintáis alivio por la liberalización de esos adolescentes rebeldes (no enfermos, aunque los etiqueten de enfermos). Para enfermedad, podéis empezar analizando la conducta de Enrique Rojas (lo que hace, no lo que dice).

El mensaje a difundir es muy claro:

1) Lobo con piel de cordero, que se presenta con un currículo falso.

2) Tanto el currículo como su labia y su continua campaña de "contactos" y marketing, consiguen que se confíe en Enrique Rojas.

3) Su praxis es nefasta. Especialmente cruel con menores, tanto si han sido llevados a su consulta por familiares, como los que hace llevar él, a espaldas de sus madres para poder difamarlas a gusto.

4) Intenta apartar por todos los medios a los adultos que le molestan* para conseguir sus fines, que en mi opinión son: sacar todo el dinero que pueda y captaciones para el Opus Dei, en su defecto, aproximar a la organización Opus Dei, todo lo posible, a todo el que puede aproximar, por si pudieran convertirse en continuos "donantes", simpatizantes y colaboradores. 


Enrique Rojas no es un hombre de ciencia, sino un hombre de ideología ultra católica que pretende imponerla a toda costa, cuando ve alguna posibilidad y el riesgo para él no es excesivo.

(*) Este expediente, el 1/99, del Ilustre Colegio de Médicos de Madrid, después de años donde el Colegio se ratificó en lo mismo, fue archivado de un plumazo, diciendo lo contrario de lo que habían venido diciendo, en unos casos, y en otros, omitiendo lo que ya habían dicho, como la falsedad del contenido de los certificados que emite Enrique Rojas sobre mí.