martes, 10 de mayo de 2011

Enrique Rojas, 3ª sesión del 575/08 del juzgado nº 15 de lo Penal de Madrid


Enrique Rojas con la cruz
como bandera

Nos habíamos quedado en la 3ª sesión del 575/08 del juzgado 15, celebrado en audiencia pública el 8 de abril, donde la audiencia de la sala, se entera que Enrique Rojas había llamado al Dr. José Mª Poveda de Agustín - uno de los peritos -, en dos ocasiones la semana anterior a esta 3ª sesión, para intentar cambiar/manipular, su testimonio.
Y para convencerlo de su buen conocimiento y autoridad sobre mí - los médicos no suelen entrometerse en la labor de un compañero y suponiendo que tras 13 años el Dr. Poveda no se acordaría de la misa la media -, Enrique Rojas, al hablar con el Dr. Poveda, se refería a mí como a "su enferma".

Es decir, que con lo que hemos sudado la camiseta para sentarlo en el banquillo mediante una querella criminal, todavía el querellante sigue solicitando sus servicios y Rojas, médico bondadoso los sigue prestando (cuando se ha inflado a decir que le coso a pleitos que, "como no puede ser de otra forma, se archivan" y me ha puesto color perejil para avalar sus mentiras.

No voy a decir que el invento de Rojas de referirse a mí como "su enferma" es el colmo de la mentira porque las ha dicho mucho más grandes y de más peso, pero ésta, me da miedo. "Mucho miedo", como dice la copla.


Para otros, Enrique Rojas será lo que sea, pero para mí, es un asesino, un criminal que quiso quitarme de en medio, con premeditación y cómplices, de forma que no pareciese que lo hacía. No se equivocó, no hubo negligencia sino premeditación porque no me había visto previamente e insistió hasta tres veces pese a la oposición de otros profesionales (hasta 8 profesionales distintos me habían visto y habían emitido informe en contra, cuando Enrique Rojas promueve el 3er. intento de internamiento, sólo uno, perito de parte, el resto eran forenses o profesionales de Sanidad Pública que me habían sido asignados) y se le dejó, cuando al conocer los juzgados del 2º intento, ya deberían haberle detenido.
Pero... ¿cómo lo iban a detener si Enrique Rojas como mínimo llamaba...? ¿o no llamaba?. ¿Cómo se entendían?.

En mi opinión, así lo digo, porque lo creo y lo siento, poco importa el destino final que me tuviese reservado. Dejarme salir de nuevo a la calle, en un estado físico y mental que me permitiese denunciar, estoy segura que NO entraba dentro de sus planes, ya que para encontrar una traca final, no se emprende tal movida.

En la afirmación que ahora hace Rojas al Dr, Poveda, ya no soy "la que sin conciencia de enfermedad, tenía una conducta aparentemente normal", como dice en los certificados y pasa en las películas, sino "su enferma querulante". Diagnóstico más grave que el que dio hace 13,5 años en los certificados, puesto que no dio ninguno que se pudiese identificar con las tablas de diagnósticos existentes.
Dilucidar como llega Rojas a cualquiera de los dos - el de antes o el de ahora -, es algo de lo que me siento incapaz, puesto que ni antes, ni cuando emitió los certificados, ni después, me ha realizado ninguna entrevista psiquiátrica ni otro tipo de exploración.
Fotos izqda.: A Enrique Rojas, no le absuelven en todo - acaba de sentarse durante 3 días en el banquillo de un Juzgado de lo Penal y no sabemos qué pasará -, aunque insistentemente se ha venido intentando absolverlo. Hasta el "Ilustre" Colegio de Médicos de Madrid, lo absolvió, en un expediente disciplinario, donde entre otros, reconoce, que "Rojas emite certificados médicos no veraces", pero esto no es culpa de Isabel Caballero sino de nuestro corrupto país.

Si este sujeto cree que puede ir por la vida mintiendo y considerando objeto de su posesión a quienes le molestan para difamar, injuriar y pisotear, a la vez que hace "sus llamadas" para quedar limpio de polvo y paja, habrá que querular mucho más. Por lo pronto, vamos a querular de nuevo en el Colegio de Médicos de Madrid. Aunque vuelvan a archivarlo, otra denuncia retratará su perfil ante "el Ilustre" para vergüenza de Rojas y de la organización colegial que lo sostiene.


También salió en esta 3ª sesión - que fue muy divertida -, que se podían observar las mismas faltas de ortografía y errores mecanográficos en los expedientes de internamiento y creo que se dijo que los documentos tenían el mismo texto. Aunque esto último (mismo texto), no recuerdo bien si salió. Ya lo había observado y dudo si estoy confundiéndome con lo que sabía,

Hacía unos meses que había observado dos cosas:

1) Que los agresores elegían juzgado - por consiguiente juez -, al elegir juzgado de guardia, que actuaba en la guardia, sin enviar el procedimiento a reparto.

2) Que en el texto, sólo cambiaba el lugar donde debían trasladarme. Estaba indignada porque las dos juezas - mujeres ellas y supongo que también defensoras de los derechos de la mujer -, habían concedido en las dos ocasiones lo que solicitaba un marido con un certificado médico acientífico y amoral, sin más, firmado por un individuo que además de estar colegiado como "Licenciado en Medicina", era un impostor, estafador, timador, mentiroso, manipulador... o cualquiera que sean los cargos que le correspondan por hacer lo que ha venido haciendo desde 1984, respecto a su identificación profesional, más la publicidad que se ha hecho a sí mismo con esta falsa identificación.

Providencias juzgados nº 2 y nº 3
Aunque de momento parece que "la faena" que el carente de escrúpulos de Enrique Rojas, ha hecho en mi vida, ha estado más elaborada de lo que suponía.

En el mejor de los casos, debido a sus llamadas, acuerdos y/o sobornos en metálico o especies o, similar o intercambiando con Juan Cantero Caba, el entonces marido - uno proporciona el contacto y llama y el otro ofrece -. No sé como repartieron. Probablemente "las llamadas", fueron al menos a tres.

Oficios a la Policía juzgados nº 2 y nº 3
Pero sí sé, que los contactos vienen de Rojas, Juan Cantero no los tenía y que este tipo de "trabajos y/o favores", no se hacen gratis. Repito, que ni siquiera el más vil sicario habituado a todo, quita a nadie de en medio, si no recibe algo a cambio que le compense el riesgo con creces.

No caigamos en el error de pensar que no tengo miedo. Hoy es 10 de Mayo de 2011 y espero no encontrar ni mañana ni ningún otro día a un sicario esperándome en la calle o a la policía para meterme dentro de una ambulancia y llevarme donde el susodicho Rojas haya decidido o cualquier médico "telefoneado" decida. Porque... esa es otra.

¿Dónde está el Estado de Derecho en el que yo creía que vivía?

¿Este artículo de la Constitución,
sigue vigente?


Ya sabemos que hay juzgados que aceptan, pero ¿qué pasa cuando el simplex de Enrique Rojas "llama" a un médico que no es como el Dr. Calvo o el Dr. Poveda y también acepta?. ¿Qué nos espera?

Entre ayer y hoy me he dado cuenta que la tortura, quizás nunca estuvo sólo en las comisarías y en los cuarteles de la guardia civil. En cualquier sitio hay personas que cumplen con su deber, mientras otros avergüenzan y desprestigian al deber.

Siempre he sido un David que pretendía vencer.
Sigo siendo un David que pretende vencer aunque
hayan aparecido más gigantes más y más grandes



10 comentarios:

Ana A dijo...

si leemos la historia y lo que significa, no hay David que no gane Isabel.
Cuando se leen tus cosas y las facilidades que se le dan a Rojas en juzgados y demás lugares que están para la protección del estado de derecho, es para echarse a temblar.
Y lo que siempre decimos, a Rojas se le ve que actúa así por rutina, que no eres la única ni la primera. Eso también da bastante miedo, pensar ¿qué ha sido de los demás con los que no encontró resistencia ni denuncia como en tu caso?
¡Qué país! todo intereses y muy poquilla moral en los cargos públicos, la justa. Porque en tus temas han intervenido un montón de gente que podían haber puesto freno a esta historia hace tiempo: colegio de médicos incluido.
Cuando salen casos ganados por gente anónima en la tv me acuerdo de tí, salen presumiendo de haber ganado al supuesto Goliat, pero ninguno es una campanada como el que sería este. Mataríamos más de un pájaro de un tiro.

Anónimo dijo...

En primer lugar El Rojas este me parece un poco pesao con lo de que es catedrático y en segundo lugar tengo la impresion de que a el le parece que su su mujer es afortunadisima y le tiene que estar agradecidisima de estar con el,que tipejo este.En fin,esto es el tipo de personaje que fomenta determinadas gente de este pais y que ni Isabel ni Alejandro,ni otros se merecen y que han tenido que VIVIR sus TERRIBLES consecuancias.pERO SE HARA JUSTICIA.pAT

Isabel C dijo...

Ana, entonces yo ganaré, estoy segura que voy a conseguir quitar esta lacra de en medio, por camino derecho. Sin "llamadas" sin ir por la espalda...

Me parece que no has abierto los docs. del final, hoy se leen de otra forma.

Isabel C dijo...

Pat, creo que tampoco lo has pillado. Quizás no lo he explicado bien.
A ver si haces tus deberes pronto. Me tienes en vilo.

Anónimo dijo...

Por lo que leo ni siquiera el propio juez sabe como te llamas.Que fuerte.
Pat

Anónimo dijo...

Si todavia no he echo bien los deberes dame tiempo hasta mañana.Vale?

Anónimo dijo...

Afinando un poquito mas es un poco sospechoso que se repitan los mismos errores ortográficos en fechas distintas.Que puede haber ocurrido Isabel?

Isabel C dijo...

No es ese el problema Pat, son las mismas equivocaciones, en el mismo documento, en el mismo sitio del documento, con la misma persona, cuando esos documentos están emitidos con tres días de diferencia por personas diferentes.

¿Cómo te lo explicas?

Con tus deberes me refería a lo de Almería.

Anónimo dijo...

Vaya,estoy un poco despistada je,je.

Buenas noches.Besitos y Gracias

Isabel C dijo...

Al primer juzgado (el nº 2), el Hospital Puerta de Hierro le envióel 28 por la mañana un informe diciendo que tras la exploración... no había quedado internada.
¿Qué crees que pasó? ¿Llamó o no llamó?
¿Cuántas veces se llamaron?