viernes, 10 de diciembre de 2010
Enrique Rojas, El método
Hoy, día de los "Derechos Humanos" antes de las 12 de la noche, me he propuesto empezar a demostrar con pruebas, una causa que hasta ahora, no ha gozado de ningún derecho para muchos de los que seguramente han jurado la Constitución española solemnemente, muchas veces, y para otros, a los que se les llena la boca diciendo que estamos en un Estado de Derecho, sin añadir, que "depende".
Depende de quienes sean los derechos a respetar, de quienes sean los que los atropellan y la infraestructura que tengan.
El documento de la izquierda (donde sólo se ha borrado un DNI y una dirección física), es una solicitud de internamiento psiquiátrico - firmada por un sin escrúpulos del que se podría decir mucho más -, junto con un "certificado oficial médico" emitido por,
Enrique Rojas catedrático de Psiquiatría y Doctor en Medicina y Cirugía colegiado en Madrid con el número 28864 y con el ejercicio profesional en Serrano 100..., que no voy a subir de momento (a estas alturas sé que sabéis que si digo que existe, existe, lo mismo que existo yo), sirven, para que un juzgado de guardia que sólo se ocupa de asuntos urgentes (y los no urgentes los manda a reparto porque no son de su competencia y ningún juez/a se queda con el trabajo que no le toca), emita la siguiente Providencia judicial, sin más...
Fijaros, en todo lo que necesita esta juez para quitarme mi derecho fundamental a la libertad.
No le tiembla el pulso para ordenar una "localización y traslado" ante la solicitud de un mequetrefe marido (perdón, pero no me sale nada más) y un médico que, aunque del Opus Dei, constaba,
Colegiado en el "Ilustre" Colegio de Médicos de Madrid como Licenciado en Medicina, para privarme de mi derecho a la libertad.
Rojas, sea psiquiatra o no, el susodicho, si no había presentado la documentación que lo acredita en 2009, lógicamente tampoco lo había hecho en 1997 (con una vez que se presente sirve de por vida).
No sé si este sujeto - Enrique Rojas -, es psiquiatra con especialidad legal o no, ya que ante mi solicitud por fax de esta información al Colegio de Médicos de Madrid (organismo que según información del Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Protección de Datos - AGPD -, por ley tiene obligación de facilitarla), me enteré que D. Emilio Lizárraga, que aparece a día de hoy en la web de este Colegio como letrado - aunque por teléfono me dijeron que era Presidente de la Comisión Deontológica -, había dado instrucciones para que precisamente a mí, no me respondieran en nada.
Me presenté entonces en el Colegio de Médicos de Madrid con varios escritos. En uno de ellos solicitaba conocer la especialidad de Enrique Rojas y aunque no es necesario acreditar interés legítimo, lo acredité aportando otro certificado que este doctor Rojas (para mí, alias doctor Menguele) emitió sobre mí como "psiquiatra". Esto fue el 9 de julio de 2009 y ni el listillo-prepotente, que abusa de poder de D. Emilio Lizarra, ni nadie por parte del Colegio de Médicos de Madrid me ha informado sobre la especialidad de Enrique Rojas.
De lo expuesto, se puede deducir la infraestructura con la que Enrique Rojas cuenta en el Colegio de Médicos de Madrid, para quitar de en medio a personas.
Entiendo, que garantizar la impunidad de este individuo, en la forma que lo hace el Colegio de Médicos, forma parte de la infraestructura del susodicho doctor Rojas. Si alguien lo ve de otro modo, le agradecería que lo explique. Puede dejar sus argumentos en un comentario. A poco que sean discutibles los pondré en una entrada porque me considero una pro-derechos aunque no tenga ni sillón ni sueldo de un Juzgado (por ejemplo, no he colaborado con nadie para quitar a esta juez de en medio, pese a los Autos que fue sacando en su día y me permito decir ahora, "de vergüenza" ante hechos que
perfectamente y mucho mejor que yo conocía, póngase en el lugar de quien es víctima de su robo de derechos, Señoría y, su insistencia también en el atropello del derecho a la justicia; si cuenta el número de veces en las que conociendo la verdad, archivó, se dará cuenta del sufrimiento gratuito que ocasiona al ciudadano inocente a causa del elemento de la foto de la izquierda).
Sin perder el hilo de la juez, que ahora es lo que más interesa, antes de decidir que me "localicen" y "trasladen", ya que el internamiento se estaba solicitando el día 27 por la mañana, una simple llamada al Colegio de Médicos de Madrid, le hubiese permitido conocer quien era el médico que en un certificado de 7 u 8 líneas, donde no daba un diagnóstico concreto (debería haberle chocado que no se atreviese a plasmar un diagnóstico y sí, medida tan espectacular), recomendaba y prescribía mi internamiento (Rojas, hace las dos cosas en este certificado, recomienda y prescribe, típico suyo es hacer mal intentando que parezca que él no lo hace).
Enrique Rojas, el tipo de la foto de la izquierda, dice así,
"De ahí que recomendemos el ingreso hospitalario por prescripción facultativa".
El documento siguiente, es el que la juez, que ha tenido a bien formar un expediente de internamiento psiquiátrico, con una solicitud que alguien del juzgado ha tecleado (según información de los funcionarios en su día, la secretaria judicial, que "estuvo más de una hora con "el marido" y la puerta de su despacho cerrada", no debe ser habitual o, no lo hubieran señalado si fuese lo habitual) y ha firmado un marido y un certificado médico acientífico, emite, para que la Policía venga a buscarme.
Aclaro, para quienes no conozcan la mecánica de los juzgados, que de un documento se emiten varias copias y no todas las firma el juez. La copia firmada supongo que sería la destinada a la Policía, pero el documento aunque no esté firmado en esta copia, es veraz y existe testimonio del mismo.
Creo que hay muchos más jueces honestos que "no se prestan", que deshonestos que se prestan y no les importan robar derechos a ciudadanas/os inocentes a los que no han visto en su vida ni tenían ningún dato objetivo de ellos (más o menos como Queipo de Llano, el general Mola, Millán Astray o cualquier otro de la estirpe, "en este pueblo una lista de 70 y en el otro de 700 para el camión o el paseíllo" o mismamente Paracuellos "vamos a fusilar a los prisioneros porque llevárnoslo supone un engorro", disposición de vidas ajenas que indican la catadura moral de quienes disponen).
Si no creyera que existen más buenos jueces que malos jueces, no estaría haciendo lo que estoy haciendo hoy día de los "Derechos humanos". Permitirme explotar. 13 años de lucha para barbaries tan claras, es demasiado tiempo en el país de los Derechos.
En España, como he dicho antes, los derechos dependen. A mí, ciudadana de a pie sin relevancia alguna, esta juez a la que pagamos el sueldo para que garantice derechos, me quitó un buen puñado sin tener ningún dato objetivo sobre mí y cuando los tuvo, continúo en su empeño en lugar de rectificar. Todavía no he terminado de decir todo lo que hizo y cómo colaboró en el plan elaborado entre "el catedrático" colegiado como Licenciado, que además tenía señalamiento de juicio por otro caso similar,
http://doctorenriquerojas.blogspot.com/2009/11/enrique-rojas-violacion-del-secreto.html
y, el marido Juan Cantero Caba, al que la secretaria judicial le teclea la solicitud de internamiento y está más de una hora en el despacho a puerta cerrada con él, con el consiguiente mosqueo de los funcionarios, que ahora probablemente dirían que no lo dijeron o que no lo recuerdan. El día que lo dijeron estaban especialmente indignados. Más adelante contaré por qué.
Enrique Rojas no es catedrático de
Psiquiatría en la Facultad de Psicología.
En la Facultad de Psicología no existe ni ha
existido nunca cátedra de Psiquiatría
¿Qué hago diciendo esto aquí hoy? En 1er. lugar por mi salud mental. Porque callar y callar lleva a dudar de la realidad (ahí están los docs., cuando me vuelvan a decir que no es como digo, muchos podréis decirme que percibo bien la realidad) y porque hasta hace poco no terminé de cerrar el círculo entre la información que me ha ido llegando o he ido consiguiendo a través de los años, lo que he ido aprendiendo y "el truco" de la "infraestructura Rojas".
Ha sido un descubrimiento partiendo de nada. Mis conocimientos en derecho, se limitan al sentido común y, a esta nefasta experiencia y el atar cabos, es algo que rechaza el instinto de supervivencia cuando la situación es tan mala por el número de gente implicada (destapar a uno, puede pasar..., destapar a muchos... se percibe como un suicidio).
¿Que me empuja a contar aquí mi descubrimiento? En parte, el instinto de supervivencia. Conociendo que Enrique Rojas insistió dos veces más conmigo (cuando supo que iba a denuciar y cuando supo que había denunciado en el Colegio de Médicos), ahora que está próxima la 3ª fecha de juicio que tenemos (llevamos dos suspensiones), no sé que se le puede ocurrir hacer ni que contactos puede utilizar para que me ocurra algo raro y no halla ni luz ni taquígrafos.
Mi experiencia en las tres ocasiones en las que pretendió internarme por la espalda, es que a pesar de no haberlo conseguido gracias a la honestidad profesional de los psiquiatras y psicólogos a los que fui a parar, siguió insistiendo mientras pudo. En el ámbito judicial, no se ha dado otra cosa que total opacidad, explicaciones absurdas y Autos que los abogados consideraban "de libro" (como varios de la juez de este juzgado nº 2).
Puedo decir que ninguno de los juzgados por los que he pasado a consecuencia de este empeño en quitarme de en medio del duo Rojas - Cantero, ha realizado prueba alguna para esclarecer 3 intentos de internamiento psiquiátrico por la espalda, es decir 3 intentos de privación de libertad (con complicidad Rojas-marido, evidente), rechazados documentalmente por 16 profesionales a los que nunca han querido citar, que no eran sino intentos de secuestro donde iba a quedar a merced de Enrique Rojas en un psiquiátrico privado ¿para qué y por qué?. ¿Qué pretendía hacer conmigo?. Aunque sea ciudadana de a pie sin relevancia alguna, conocer por qué han montado tales movidas, pienso que es algo que a cualquier juez o fiscal le debiera interesar.
Sin embargo, en los procedimientos penales, tanto a juezas como a fiscal, solo les ha interesado archivar sí o sí.
Y en los procedimientos civiles, dejarme sin medios para que no pudiese defenderme, a la vez que iban conformando el plan de Enrique Rojas y el ex (sí, así es, se ha quedado con muchísimo más de lo que le correspondía y con la empresa que yo había fundado y había dado origen al patrimonio que teníamos).
Enrique Rojas no ha sido ni es catedrático de
Psiquiatría en la Facultad de Medicina de la
Universidad Complutense de Madrid
Como colofón, hasta pasados 10 años de sucedidos los hechos, gracias a la terna de jueces que me tocó esta vez en la Audiencia penal de Madrid, un juzgado de instrucción se dignó oírme, aunque no siempre sucedió de esta forma con la Audiencia. Recuerdo un Auto de barbarie-humillante, de los que quitan las ganas de pertenecer a este país.
Admito que un juez pueda equivocarse, pero considero que no es admisible que no rectifique cuando conoce perfectamente los hechos y tampoco es admisible que los ciudadanos callen y aguanten.
Dejo para otro día "el truco" por el que Enrique Rojas consigue que se lleven a cabo sacas de madrugada con un certificado oficial médico, acientífico, que rechazaría cualquier estudiante de Medicina o Psicología y no rechaza toda una señora juez de un juzgado de guardia que ordena "localización y traslado", como si las mujeres fuéramos ratas y manda a la Policía ante la solicitud de un marido y un impostor sin oírnos.
En esta ocasión, se lleva a cabo lo que denomino "saca de madrugada", porque no encuentro mejores palabras para definirlo. Sucedió de madrugada (se acordó la hora con la Policía, aunque el internamiento se le solicitó a esta Señoría por la mañana de día. Antes, no se lo c.......................................deseaba a nadie, ahora, me encantaría que le sucediera a Su Señoría.
Todavía estoy esperando que Su Señoría se disculpe. Aunque ciudadana de a pie sinrelevancia alguna, no me considero con menos categoría que la juez Dª Mercedes de Mesa García, al contrario, ni en mi vida personal ni profesional he colaborado con un impostor. Y jamás he pisoteado derechos fundamentales de terceros, ni a sabiendas ni por descuido.
La vida de los demás, ha sido siempre tan sagrada como la mía aunque nunca haya recibido un sueldo del erario público precisamente para proteger la vida y derechos de los demás, algo que ella, en mi caso, se ha pasado por el forro.
Siento que esta entrada sea tan larga. Podría cortarla pero no le veo ninguna ventaja. Los documentos del juzgado, que son los que quiero poner de manifiesto, no los llevo todos los días en el bolso y estoy harta de oír "que raro tu caso... ¿qué dicen los jueces... y el fiscal?" con sonrisita socarrona y que pongan cara de pócker cuando explico la verdad.
Los jueces... los expertos en jueces dicen que los jueces nunca rectifican y que estoy tocando a "uno" de los validos de Rouco y el Opus Dei, protegido del clan Estapé y de la cúpula del PP. Pero yo estoy segura que cada mástil debe aguantar su vela y que tenemos un sistema judicial para que prevalezca el Estado de Derecho, no para que unos cuantos jueces lo derriben.
Si los socios y simpatizantes del Opus Dei no son compatibles con la Administración de Justicia que no estén en ella, al igual que no están los dominicos del Valle de los Caídos ni otros grupos religiosos organizados. El compromiso de obediencia y la familiaridad que profesan entre sí, no pueden anteponerse en ningún caso a los derechos de los ciudadanos. El Opus Dei y sus militantes ya tuvieron su momento en la dictadura franquista y no ha lugar al continuísmo de una dictadura ideológica en el ámbito judicial y menos si no están identificados.
...........Enrique Rojas maquiavélico impostor, fuera de la medicina
No menos importante que el método judicial, es el método personal empleado por Enrique Rojas con sus víctimas, con María Menchaca fue el "método Haloperidol" que la tenía hecha un zombi mientras su entonces marido la "exhibía" para que todos la vieran bien, según cuenta María.
"¡Pobre...! A lo mejor tenemos que ingresarla".
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10 comentarios:
Isabel, no sobra nada, ni una línea. Está muy bien explicado.
Hace falta tener estómago para ser juez, ya se ve que no tienen libertad para decidir objetivamente si está el Opus Dei por medio.
Estoy segura de que ni en sus peores pesadillas soñó nadie del Opus Dei ni Enrique Rojas que tu caso les iba a salir tan rematadamente mal. Por eso actúan impunemente, porque no se conoce de víctima de los tratamientos psi opusianos que sobreviva para contarlo y no solo eso, sino para luchar por sus derechos de ciudadana.
Tu caso no estaba previsto, si pudieran darte un tiro por la calle te lo daban sin dudarlo, te has vuelto una garrapata de lo más molesta.
Fue un milagro que no te tomaras la medicación prescrita...
Este caso debería de pasar a engrosar el capítulo de la vergüenza de la justicia española en democracia.
Gracias Ana. Te iba a decir que vinieras a verlo y me ayudaras a reducirlo. Es que esto es sólo una parte de esta juez. A esta le queda... y hay otras...
Si pensaban darme un tiro con esto lo tendrán un poco más difícil.
Cada vez que cuento estoy menos asustada y me da una rabia enorme no haberlo hecho antes.
Ana, a esta juez no la conozco, pero sí sé que atemorizó a la de otro juzgado que quería abrir un proceso de estafa judicial contra Juan Cantero Caba, el ex. No sabes la cantidad de cosas en las q ha colaborado, nunca ha querido conocer mi versión de los hechos, ni siquiera me ha visto y hasta ha evitado el contacto visual conmigo.
¿Cómo me iba a tomar la medicación si yo estaba bien? Aunque al Cantero le faltó poco para meterme la medicación con un embudo.
A esta perla se le ocurría decirme que no tenía conciencia de "mi enfermedad" (eso lo dice también en los cerificados) y pensaba que me lo iba a creer.
A todo esto, sin querer plasmarlo por escrito. Es como si te digo que te ahogas al caminar y no eres consciente.
que barbaridad, yo creía que estas cosas solo pasaban en las peliculas.... joder
Lo que dices es verdad Isabel,lo de no reconocer una supuesta enfermedad,no colaboradora,decir que no a la medicación solo parece que es una manera de justificar a un mas un supuesto diagnostico cuando en realidad no hay nada de nada.Alguna que otra persona a pasado por lo que tu estas diciendo.Y ha tenido que fingir tomar esa medicación y dar la razon al psiquiatra de turno para salir del internamiento.Despues en el informe quedan a los familiares que no a la persona interesada refleja muchas afirmaciónes que no son ciertas y que justificarian ya de por vida mas ingresos echos de la misma manera por algo que nunca ha exisitido y que es facil que ningun profesional niegue(no se van a pillar los dedos)y ya esta hay para toda la vida.Y a ningun juez ni ha ningun profesional le va a importar mucho si es cierto o no lo que dice ese informe ni la vida de esa persona.Esto es lo que llaman justicia.
Anónimo, el caso de Enrique Rojas, quiero pensar que es atípico, aunque en realidad no lo sé.
Este individuo, pone el ojo en determinadas personas, unas se les ponen a mano por circunstancias de la vida (lo mismo que te pones a mano en un determinado momento de un taxista o de la cajera del super) y otras, hace q se las pongan a mano y va a por ellas en función de las posibilidades y los objetivos que se hayan determinado).
Si le añades que es un impostor, verdaderamente no se entiende que pinta Enrique Rojas en el ámbito de la medicina.
Y sí, como dices, entiendo que hay personas etiquetadas sin merecerlo, por psiquiatras q se han equivocado o no han llegado al fondo del asunto. Cuando dentro de la familia te hacen la cama, es bastante fidícil demostrarlo si no vas a parar a manos de buenos profesionales que quieran implicarse.
Un saludo,
Pues Isabel yo tampoco me estoy inventando nada.De verdad
estas cosas no pasan en las películas. Yo no conozco una peli tan terrorífica. Si la hacen, por qué no? Alex de la Iglesia que es muy truculento, podría poner "basado en hechos reales" que da más miedo todavía.
El anónimo de la familia podría ser perfectamente un ex numerario. TU familia, el OPus Dei, te lleva al psiquiatra que no necesitas, que prescribe un internamiento en la 4ª planta de la clínica universitaria de Pamplona que tampoco necesitas. Y tú viéndote rodeada de auténticos locos, gente enferma a la que no se puede aguantar de verdad, sin bromas, lo único que quieres es salir de allí.
Haces lo que te digan: "Sí a todo" por tal de abandonar el infierno. Me parece terror ciego...
¿No hay un guionista en paro por ahí interesado?
Ana, no tiene por qué estar en paro. El tema es suficientemente interesante y real para que una estrella del guión se interese en él.
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