Casualmente, fui el miércoles 8 a hacer una gestión a la Pl. de las Cortes. Exactamente, a denunciar ante el Consejo Gral. de Colegios Médicos de España, a Enrique Rojas Montes - el que consta como Licenciado en Medicina en el Colegio de Médicos de Madrid, pero lleva toda la vida identificándose - además de como "catedrático de la Universidad Complutense -, como "psiquiatra" y en el Colegio de Madrid ya hemos visto que con Enrique Rojas, la praxis y la ética se la pasan por el forro .
En una esquinita de los jardincillos de la plaza, estaba Antonia Castro en huelga de hambre, con su hija Mari Mar, una pancarta y una foto de su hijo Juan.
Juan Holgado, es el chico que asesinaron en una gasolinera en Jerez hace ya casi 14 años. Antonia me contó que le habían cerrado judicialmente el caso y ella no estaba dispuesta a conformarse.
Tenía su teoría de por qué el caso de su hijo no había salido adelante.
Pensé, que hacía muy bien en no conformarse y también pensé que esta gran mujer, luchadora, fuerte y valiente, iba a tirar el resto de su vida por una justicia que probablemente - quiero equivocarme -, no va a conseguir.
Lo que creo que ha conseguido en estos 14 años - y no es poco -, es que estos asesinos no maten a nadie más. La lucha de Antonia, sin duda está haciendo que se porten bien, aunque ella necesita justicia para paliar mínimamente su dolor.
Cómo y por qué se va a conformar, si le han truncado la vida unos asesinos?. No sólo a su hijo. A ella y a su familia también.
Sin embargo, por lo que ha ocurrido durante estos años de lucha, parece que Antonia y la familia hayan sido los asesinos de Juan Holgado. Ellos, son quienes han tenido que luchar y sufrir, mientras los culpables llevan casi 14 años la mar de contentos.
Sin embargo, por lo que ha ocurrido durante estos años de lucha, parece que Antonia y la familia hayan sido los asesinos de Juan Holgado. Ellos, son quienes han tenido que luchar y sufrir, mientras los culpables llevan casi 14 años la mar de contentos.
Esta gentuza, dio treinta puñaladas a Juan.
Sería un buen ejercicio ponerse en el lugar de Antonia y sentir por unos instantes el dolor de una madre a la que le han matado a su hijo de una treintena de puñaladas.
Decía Antonia, que se sabía quienes eran los que habían asesinado a su hijo y seguían en la calle.
El caso, lo conocemos muy bien en España. El padre de Juan, que se gano a pulso "el título" - más que apodo -, de "padre coraje", disfrazado de "Pepe", se infiltró en los ambientes de Jerez por donde andaba el asunto y grabó conversaciones en las que según Antonia, estaba muy claro quienes eran los culpables.
Las pruebas, dice Antonia que "no sirvieron".
Entendemos que quiere decir que no se admitieron en Autos, por ser pruebas obtenidas ilegalmente. No existía autorización judicial para efectuar grabaciones de conversaciones privadas y los presuntos culpables, no eran conscientes del uso que se daría a estas conversaciones.
Si la ley está así y dice que las pruebas obtenidas ilegalmente no pueden ser incluidas en Autos, debería ser igual para todos.
El caso, lo conocemos muy bien en España. El padre de Juan, que se gano a pulso "el título" - más que apodo -, de "padre coraje", disfrazado de "Pepe", se infiltró en los ambientes de Jerez por donde andaba el asunto y grabó conversaciones en las que según Antonia, estaba muy claro quienes eran los culpables.
Las pruebas, dice Antonia que "no sirvieron".
Entendemos que quiere decir que no se admitieron en Autos, por ser pruebas obtenidas ilegalmente. No existía autorización judicial para efectuar grabaciones de conversaciones privadas y los presuntos culpables, no eran conscientes del uso que se daría a estas conversaciones.
Si la ley está así y dice que las pruebas obtenidas ilegalmente no pueden ser incluidas en Autos, debería ser igual para todos.
No entendemos, como pruebas obtenidas ilegalmente por maridos, facilitadas por Enrique Rojas a éstos - y además falsas -, han sido incluidas en procedimientos judiciales, han tenido su efecto destructivo, siguen teniéndolo y parece que lo tendrán de por vida, pese a que ahora se sabe que no es "catedrático de la Universidad Complutense de Madrid" y parece que tampoco sea "psiquiatra".
En la siguiente entrada, toca de nuevo una tanda de documentos sobre Enrique Rojas, ordenados por fechas para que la secuencia quede lo más clara posible.
3 comentarios:
No sabia nada de este caso ?se puede saber por que dice la madre que archivaron el asunto?
Te acuerdas del padre coraje? El señor q se disfrazó de drogata y se fue al hampa donde creía que estaban los asesinos de su hijo? y se hizo amigo de ellos ... Seguro q sabes.
Las cintas con la confesión de los asesinos que trae el padre (eso dice la prensa) son pruebas obtenidas ilegalmente (los asesinos no eran conscientes q confesaban).
Se archiva por falta de pruebas, pq las pruebas más contundentes al parecer son las obtenidas por el padre coraje.
Ana, el fin ... no justifica los medios. Hay que añadir ... ¡depende a quien y con quien!
Antonia pide justicia. Sin justicia, mientras los asesinos se ríen de tí, resulta difícil vivir.
Al archivar el caso, la policía no investiga y sólo se podrá reabrir con nuevas pruebas (pruebas q no se obtendrá si la policía no investiga y las que ellos obtienen no son válidas).
Aunque Antonia decía que sí había pruebas que no se habían tenido en cuenta.
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