Como ya he dicho en otro sitio, el blog está muy lleno y está perdiendo la composición de las fotos y los párrafos (blogger da 102 Mb y hemos llegado a las 297, cuando podamos, lo arreglaremos).
Aunque pensaba continuar con la entrada anterior, hoy, por si acaso, por lo que pueda ocurrir, dejo aquí estos documentos junto con los retos que creo se deben conseguir. No soy una incívica ciudadana, soy una pro-derechos que considera que ni mi cabeza ni la de nadie tiene precio y que no se nos puede secuestrar con cobertura aparentemente legal, para que un impostor disponga de nuestra vida.
Pensamiento 1)............... Enrique Rojas fuera de la Medicina
Pensamiento 2) Desde mi leal saber y entender, los socios y simpatizantes del Opus Dei no son aptos para la Administración de Justicia, con independencia de la honestidad personal de cada uno de ellos, según los expertos, se consideran hermanos entre sí y están sometidos al voto-compromiso de obediencia. En el Opus Dei no existe libertad de conciencia.
¿Cuánto vale y cómo se puede recluir en un psiquiátrico privado a una mujer sana, para que quede bajo el control de Enrique Rojas Montes, médico privado adscrito al Opus Dei, al que se le lleva permitiendo desde 1984, que ejerza de impostor?


En el documento de la derecha, el "Ilustre" Colegio de Médicos de Madrid, que depende de la Comunidad de Madrid dice, que además de los demás, Enrique Rojas Montes emite certificados médicos no veraces y los entrega a un marido.
La fecha del documento es del año 1999-2000. (lo miraré). Volvemos a dejar las pruebas a mano, como siempre, Enrique Rojas conducta de "Terrorismo social"

1) Aunque parezca mentira, el "Ilustre" Colegio de Médicos de Madrid, archivó a Enrique Rojas el expediente disciplinario que le había abierto. Por supuesto, se recurrió vía administrativa con idéntico resultado.
2) Aunque parezca mentira, en España existe un médico que emite certificados (en plural) médicos falsos a espaldas de mujeres, que alguien se ha molestado en denunciar y probar lo que este "Ilustre" Colegio ya conocía.
Y el "Ilustre", en lugar de tomar medidas, lo ha seguido dejando suelto sin sanción alguna para que pueda seguir ejerciendo y aplicando su método.
Enrique Rojas "Soy escritor, catedrático
de Psiquiatría de la Universidad
Complutense de Madrid..."

3) Aunque parezca mentira, se da la circunstancia que hace 13 años, la conducta de Enrique Rojas Montes, ya fue calificada por la Comisión Deontológica del Consejo de Colegios Médicos de España, como "Terrorismo social" y también quedó libre y sin sanción. Lógicamente, cuando estaba siendo juzgado por el caso anterior, actuó de nuevo.
4) Aunque parezca mentira, se da la circunstancia que Enrique Rojas Montes, además, es un individuo que desde 1984, se identifica como "catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid", siendo mentira y que el "Ilustre Colegio de Médicos de Madrid", también archiva estas denuncias.
Enrique Rojas no ha sido ni es
catedrático de Psiquiatría de
la Universidad Complutense
5) Aunque parezca mentira, en este Estado de Igualdad, laico, de Leyes de Memoria histórica y de Violencia de género, Enrique Rojas Montes, un médico adscrito al Opus Dei consigue "sacas de madrugada" a través de un juzgado. Y si por azar fallan porque a su víctima no le dé un infarto, sufra un accidente vascular, no se tire por una ventana y vaya a parar a manos de médicos honestos.A las 48h., este individuo, al cambiar el juzgado de guardia, con el conocimiento y consentimiento del 1er. juzgado, puede conseguir a través del juzgado de al lado, que se ordene una nueva "saca", esta vez con total garantía de que se llevará a cabo, tanto para el marido como para Enrique Rojas, el médico impostor.
Ilustre Colegio de Médicos de
Madrid, aceptando pulpo
como animal de compañía
Vuelvo a repetir que sólo quienes consiguen escapar y no queden a merced de Enrique Rojas y su tratamiento, podemos denunciar esta barbarie llevada a cabo en un Estado que dice ser de Derecho, pero que después de 13 años, no sólo no ha juzgado a Enrique Rojas, ni al marido ni a los responsables de la Administración de Justicia que colaboran y hacen posible que tal barbarie pueda llevarse a cabo.
6) Y aunque siga pareciendo mentira, si se nos ocurre denunciar, después de recibir amenazas de un 3er. intento de interamiento y denunciar las mismas, la Justicia nos dice que no son "sino manifestaciones nuestras", aunque el 3er. intento de internamiento se lleve a cabo, en un juzgado que conoce los dos intentos anteriores, la reincidencia de Enrique Rojas y está resolviendo sobre la Administración de patrimonio que solicita el marido.Enrique Rojas mintiendo en currículo
"Remedios para el desamor"

Todo esto sucede, en un edificio pequeño donde sólo existían 5 juzgados y cada uno de ellos tenía una guardia semanal.
Mi hipótesis actual, después de cerrar el círculo, es que si los juzgados hubiesen sido engañados por Enrique Rojas y el marido, hubiesen actuado en consecuencia, en lugar de permitir que tanto Enrique Rojas como el marido camparan a sus anchas y no prestasen tutela judicial efectiva. Enrique Rojas mintiendo en currículo ¿Quién eres?
Y mi ejemplo es, que si se encarga un crimen a un sicario y éste decide llevarlo a cabo con una pistola, el sicario tiene que tener pistola o posibilidades de conseguir que alguien se la preste, de no ser así, utilizará otro método y menos aun insistirá en el mismo a pesar de fallarle reiteradamente.
El sicario que insiste, lo hace porque tiene seguridad que el camino elegido le llevará a conseguir sus pretensiones. Enrique Rojas nunca ha pertenecido a la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid
Importante: No desviar la atención de las pruebas judiciales.
Somos ciudadanos, no moneda para
intercambio de favores, ni hormigas para pisotear por juzgados que sin argumentos, resuelven, sin enviar el procedimiento a reparto. No más sacas de madrugada ni reclusiones en psiquiátricos privados a causa de certificados médicos falsos emitidos a espaldas de la víctima por un impostor. No todo el mundo consigue escapar antes de quedar a merced de Enrique Rojas.












































