jueves, 24 de mayo de 2012
Enrique Rojas. el hombre light y la moral
Es alucinante los ríos de tinta que han corrido alabando la publicación de "El hombre light" de Enrique Rojas. Sin embargo, nadie ha puesto de manifiesto su fariseísmo. Ahí está la mafia encubridora portadora de la corrupción y del tráfico de influencias que no ha dejado de azotar a España en y desde la dictadura.
A ver si salen "valientes" dispuestos a analizar al "hombre light", desde la inmoralidad de Enrique Rojas, en lugar de presentarnos a este mentiroso compulsivo (desde mi punto de vista también psicópata), como si fuera un semi dios. ¡Vaya semi dios! ¡Qué meta más baja tienen los del grupo que lo aupan y encubren!
Enrique Rojas presentándose en el currículo que exhibe en
"El hombre light", como catedrático Psiquiatría en Facultad de Psicología
de la Universidad Complutense de Madrid.
A la derecha, el Decano de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, comunicando que en el claustro docente de la Facultad de Psicología de la UCM, no hay ni hubo nunca nadie con el nombre de Enrique Rojas Montes y que en la Facultad de Psicología nunca existió ni existe cátedra de Psiquiatría".
Este sujeto, no sólo miente para encumbrarse y sacar beneficio económico de una mentira, también se burla del ciudadano de a pie más indefenso, que no tiene suficiente cultura en los temas que Rojas domina o que por otras preocupaciones, no se da cuenta cuando lee el currículo.
Colocar una cátedra de Psiquiatría en una Facultad de Psicología, es una barbaridad que cae por su propio peso aunque la amoralidad, la falta de ética y la poca vergüenza del susodicho, no le impidan hacerlo.
Además, Enrique Rojas no sólo se ha conformado con presentarse como "catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid en la Facultad de Psicología" en el currículo de El hombre light.
A una misma mentira, este mentiroso, si puede, le suele sacar pingües beneficios. Al ser miembro supernumerario del Opus Dei, según los expertos en la materia, Rojas debe compartir los beneficios con la organización (le tocan menos de los que obtiene).
Enrique Rojas es pues un sujeto, que interesa a la "Obra", en cuanto a aportaciones económica se refiere y por tanto, a la "Obra" no le interesa que "caiga en desgracia", ya que de ser así, no aportaría i aportaría muchísimo menos.
La inmoralidad, el engaño, la ética, las fechorías... los hechos demuestran que son irrelevantes para la Obra de Dios cuando el aporte económico del socio es interesante y más aun si también aporta "vocaciones" o hace lo posible por aportarlas.
¡Ojo! padres de adolescentes, sobre todo los más humildes. Desgraciadamente, la cultura suele ir unida a la abundancia económica y podéis ser carne de cañón (ver "gancho" de la Fundación Rojas-Estapé a la derecha).
La labia, la apariencia, las repeticiones y la paciencia son buenas lavadoras de coco y después no hay marcha atrás.
Preguntaros y preguntad ¿cómo un individuo aparentemente tan bueno y generoso no hace sino mentir cada vez que se presenta. ¿Para qué y por qué miente?.
No parece que sean mentiras piadosas sino mentiras maliciosas que propician que se confíe en Enrique Rojas y abundan sólo en su beneficio, no en el de vosotros ni en el de vuestros hijos ni en beneficio de la humanidad en general o en particular.
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